Rector de UdG llama al diálogo a Alfaro, pero el gobernador lo condiciona

2022-09-17 11:14:24 By : Mr. wei jiang

El rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva Lomelí, hizo un llamado al gobierno de Jalisco para resolver el conflicto que surgió hace un año tras quitarle a la universidad 140 millones de pesos; sin embargo, el gobernador Enrique Alfaro puso tres condiciones para que se logre un diálogo.

El llamado del rector ocurre luego de que el gobernador tuviera un enfrentamiento y amenazara a funcionarios del Centro Universitario de los Valles (CUValles) a quien dijo “Nomás mide bien tus palabras” cuando le señalaron el rezago en las obras universitarias y la falta de presupuesto.

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Un video grabado por un asistente muestra el momento en que el secretario administrativo de CUValles encara al gobernador para reclamarle que no respeta a la comunidad universitaria y que hay 40 millones de pesos que no se han ejercido en una obra contratada por el propio estado.

“Estás faltándole el respeto a los diputados, al presidente municipal y al gobernador, nomás mídele bien a tus palabras”, respondió Alfaro.

Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, nada más va a que le saquen la foto pero cuando le reclaman su falta de atención a las universidades ¡HASTA LOS AMENAZA!

🎥@IsaackdeLoza pic.twitter.com/tk3GaTn6Xt

— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) August 26, 2022

“Esto no es una pelea de box, y Jalisco no es un ring. El rol del gobernador, ni el del rector, no es ser boxeador (…) Necesitamos madurez. Necesitamos diálogo. Necesitamos altura de miras… Y poner por delante lo más importante: a Jalisco y a su Universidad”, expresó Villanueva Lomelí.

Destacó que siempre se ha buscado el diálogo, exponer las necesidades de la universidad y, a cambio, solo han recibido “recortes presupuestales, mucha cerrazón y muchos insultos”.

Llama Rector General al diálogo con Gobierno de Jalisco para resolver conflicto de manera definitiva. 👉 https://t.co/EQdsa83OaN pic.twitter.com/8ZumHDyXyJ

— Universidad de Guadalajara (@udg_oficial) August 30, 2022

Recordó que en la UdG hay proyectos de obra pendientes por más de mil 200 millones de pesos para crecer la matrícula. Además de que están disponibles las instalaciones del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) para recibir a 8 mil nuevos alumnos sin construir un solo edificio.

Asimismo, reiteró que el objetivo de las 141 manifestaciones pacíficas que se han realizado hasta ahora es impedir un abuso de poder contra la Universidad.

Como respuesta, el gobernador Enrique Alfaro respondió por medio de una carta que tiene tres condiciones ya que le cuesta creer en la voluntad del diálogo que expresa el rector.

A través de un comunicado resaltó que no está dispuesto a negociar posiciones políticas ni ningún nombramiento de magistrados, jueces o algún espacio en organismos autónomos.

Señaló que no asignará recursos para negocios “del grupo que controla la casa de estudios”, esto en alusión a la gente cercana del exrector Raúl Padilla López.

La tercera condición es que “no puede haber una mesa de diálogo mientras los edificios universitarios estén vestidos con lonas llenas de mentiras, ni mientras los estudiantes y la comunidad universitaria esté siendo usada para, con engaños y desde la calle, seguir confrontando a la Universidad con el gobierno”.

Enrique Alfaro mencionó que “a partir de estas premisas, cuando el rector Ricardo Villanueva quiera platicar de los temas que le interesan a la Universidad, sabe que las puertas del Gobierno de Jalisco estarán siempre abiertas”.

Carta abierta a la comunidad universitaria y a las y los jaliscienses. pic.twitter.com/lvSbo0Ysto

— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) August 30, 2022

En agosto de 2021, el gobierno de Enrique Alfaro dio a conocer que reorientaría el gasto de la Universidad de Guadalajara para poder utilizarlo en el combate a la pandemia de COVID-19. En específico para la construcción del Hospital Civil de Oriente en Tonalá.

Esta acción fue considerada como violatoria a la autonomía presupuestaria de la Universidad.

Desde ese momento, alumnos y académicos han marchado para solicitar que se regrese ese dinero a la UdG y han acusado al gobierno de querer enfrentar dos sectores que son fundamentales para el estado, la educación y la salud.

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció este jueves su dimisión tras el último escándalo que sacudió a su gobierno y provocó una cascada de renuncias en el ejecutivo.

“Es clara la voluntad de los parlamentarios del Partido Conservador de que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro”, dijo Johnson en una declaración pública.

“Permaneceré hasta que un nuevo líder sea elegido”, declaró, agregando que el proceso para elegir ese nuevo líder comenzará la próxima semana.

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El parlamentario Tobias Ellwood fue uno de los primeros conservadores en reaccionar a la noticia de la renuncia planificada de Boris Johnson.

Dijo que le alegra que Johnson haya “reconocido el daño que se estaba haciendo no solo a la marca del partido sino también a nuestro capital internacional”, le dijo al programa Today, de la BBC.

No obstante, algunos tories (conservadores) cuestionan que pueda seguir hasta el otoño.

Entre ellos el ministro de Negocios, Kwasi Kwarteng, quien dijo que se necesita un nuevo líder “tan pronto como sea posible”.

Ellwood agregó que el partido ahora tiene una “enorme labor de reagrupamiento que hacer”.

También el líder laborista, Keir Starmer, demandó que Johnson dimita como primer ministro inmediatamente y agregó que no es justo para el país que se quede en el cargo.

“Se tiene que ir, no puede aferrarse”, dijo Starmer.

“Su propio partido decidió que llegó la hora, así que no pueden imponérselo al país durante los próximos meses”.

La decisión de Johnson se produce tras dos días en los que dimitieron más de 50 miembros del ejecutivo.

Los primeros fueron los ministros de Economía y de Salud, Rishi Sunak y Sajid Javid, quienes presentaron su renuncia el martes por el modo en el que Johnson gestionó las acusaciones de conducta sexual inapropiada contra el diputado conservador Chris Pincher.

Después le siguieron otros ministros, viceministros y otros cargos menores del gobierno.

Y ocurre solo un mes después de que el primer ministro enfrentara una moción de censura en el Parlamento en la que 41% de los legisladores de su propio partido votaron contra él.

Aquel intento de destituirlo tuvo lugar después de que salieran a la luz pública fotos y pruebas de encuentros y celebraciones en la sede del gobierno mientras el resto del país se encontraba confinado por las restricciones impuestas por el propio ejecutivo de Johnson durante la pandemia.

El pasado 30 de junio, el diario británico The Sun publicó que Pincher, entonces subjefe de la bancada del Partido Conservador en el Parlamento, había manoseado a dos hombres en un club privado en Londres.

Pincher, quien había sido nombrado en ese cargo por Johnson en febrero de este año en medio de una reorganización del Ejecutivo, renunció inmediatamente.

Luego la historia se enfocó en lo que Boris Johnson sabía sobre Pincher y desde cuándo lo sabía.

Durante días los ministros y el portavoz de Johnson insistieron en que el primer ministro no estaba al tanto de las acusaciones específicas contra Pincher cuando lo nombró vicejefe parlamentario.

Pero el lunes por la noche esa historia se derrumbó: la corresponsal política de la BBC Ione Wells reveló que, de hecho, Johnson había recibido una queja formal sobre “comportamiento inapropiado” de Pincher cuando este era Ministro de Estado para Europa y las Américas de la cancillería británica en 2019 y 2020.

El martes, Simon McDonald, exalto funcionario del Ministerio de Exteriores, aseguró, en una dramática intervención pública, que Johnson había sido informado en persona de la denuncia.

Downing Street indicó luego a los periodistas que, de hecho, Johnson lo sabía, pero lo había “olvidado”.

El martes el primer ministro admitió que nombrar a Pincher había sido un “gran error”.

Pero el daño ya estaba hecho y se desató la ola de renuncias.

Chris Mason. Editor de Política

Lo hizo. Boris Johnson renunció.

Pero espera: seguirá siendo primer ministro, dice, hasta el otoño.

El puesto al que renuncia es el de líder del Partido Conservador. Ahora comenzará una competición para elegir un nuevo líder tory.

Cuando ese líder sea elegido, por los alrededor de 100.000 miembros del partido, Boris Johnson presentará su renuncia a la reina y esta convocará al nuevo dirigente para pedirle que reúna una mayoría en la Cámara de los Comunes y forme un nuevo gobierno.

Pero, ¿es sostenible que Johnson siga hasta el otoño? Sus partidarios argumentarán que esto ofrece cierta apariencia de continuidad y estabilidad, en un momento en que no hay mucho de ninguna de los dos.

Los críticos, como la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ya están argumentando que esto no es sostenible, dada la gran cantidad de vacantes en el gobierno.

Pero se nos viene otra incógnita: ¿quién debería ser el próximo primer ministro de Reino Unido?

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