Las gradas bajas del fondo sur y del lateral oeste seguirán inhabilitadas
L as lonas azules que cubren toda la grada baja del lateral oeste y todo el fondo sur continuarán una temporada más. Se mantienen por tanto el mismo aforo de la pasada campaña (61.000 espectadores) y la misma visión desde el tiro de cámara principal. La vuelta de los aficionados a ras de césped tendrá que esperar.
Las obras del Bernabéu avanzan a buen ritmo y la nueva grada voladiza, bajo la que esconderá el césped, ya se está construyendo, pero ésta no se podrá ocupar hasta la temporada que viene. Al menos, esa es la previsión que tienen en el club, que ya ha comunicado a los socios que tenían sus abonos en esa zona del campo que no podrán volver hasta dentro de un año. Y es que aunque ya se está construyendo la grada lateral, la obra del hipogeo y del mecanismo del césped retráctil va para largo. Se trata de una obra de ingeniería sin precedentes (la solución encontrada para guardar y conservar el césped no existe en ningún otro estadio o recinto deportivo) y aún falta bastante tiempo hasta que esté completada.
Tampoco en el fondo sur volverá a la grada, ya que las grúas y los camiones seguirán moviéndose por esa zona en los días que no haya competición. Se trata de una zona clave para el acceso de la maquinaria y por eso no se puede habilitar. Será en la 23-24 cuando la los aficionados de la Grada Fans recuperen su lugar detrás de la portería.
La presencia de las lonas a ras de césped era algo que no gustaba a los aficionados del Madrid al inicio de la temporada pasada, tanto por imagen como por el factor intimidatorio que se iba a perder a priori. Sin embargo, las eliminatorias de Champions terminaron por hacer de esas lonas azules un elemento talismán del equipo. Bromean incluso los arquitectos del Nuevo Bernabéu con eso. "Quizá la magia procedía del subsuelo", contaban a Jaime Rodríguez, periodista de El Mundo que descendió a la cueva del césped retráctil para un reportaje en Gran Madrid. Los duelos de Champions, con tres remontadas consecutivas, demostraron que el miedo escénico era posible pese a que dos cuartas partes de la grada estaban vacías a pie de campo. Así seguirá un año más.
El Real Madrid sigue manteniendo como objetivo tener el estadio listo para el inicio de la temporada 23-24. Se trata de un plazo ambicioso que cuenta con la aprobación de los arquitectos y encargados de la obra, que están aprovechando este verano para dar un buen empujón al estadio. También el parón de mes y medio por el Mundial debe servir para avanzar a buen ritmo en la fase final de ejecución de las obras.
Lo último del Nuevo Bernabéu será ejecutar las obras de urbanismo en los alrededores del estadio, con la peatonalización de Rafael Salgado, la zona verde de Castellana, la plaza de Concha Espina y la ejecución de un gran parking público subterráneo.
Unos renuevan el estadio, otros lo tienen cayéndose a cachos y empeñando las joyas de la abuela para gastar sin sentido común. 1435.
Cuando acabe esta obra faraónica nos va a quedar uno de los mejores estadios del mundo. Si Laporta juega bien sus cartas y renueva el Spoti Camp Nou sin arruinar el club antes no debería haber lugar a dudas sobre quién tiene que albergar el mundial de 2030. Junto con el Metropolitano, los dos (o tres) de Sevilla, San Mamés y Anoeta, el nuevo Mestalla si lo consiguen acabar, los dos de Lisboa y do Dragao en Oporto, pocos países pueden competir en calidad y tamaño de estadios sin estar a 4h en avión como ocurrió en Rusia o va a ocurrir en 2026
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