Luis Piedra Buena, el comandante “maragato”/Por Liliana Verbeke* – APP – Agencia de noticias Patagónica

2022-09-17 11:04:52 By : Mr. Noah Hsiang

Viedma.- (APP) Quienes han abordado el relato histórico e investigado en los primeros tiempos la vida del Comandante Luis Piedra Buena, han debido hacerlo también a su vez, en el escenario histórico y geográfico patagónico propiamente dicho.

Uno de ellos, Arnoldo Canclini ha revisado y seguido paso a paso historias, archivos, publicaciones, cuestiones geográficas y jurídicas, visitando incluso lugares para dar a la luz hace algunos años ya, una obra casi completa como lo es: “Comandante Piedra Buena, Su tierra y su tiempo”.

…Y Vicenta Sabina Rodríguez se casó con Miguel Jerónimo Piedrabuena (tal escribía su apellido el padre de nuestro prócer de marras), en la mismísima Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Patagones. A metros del Rio Negro plantarían “su casa de gruesos adobes, ventanas con rejas y techo de tejas hechas en Patagones “, al decir de la historiadora local Ema Nozzi y allí nacería nuestro marino dilecto el 24 de Agosto de 1833.

La casa fue arrasada por la inundación del año1899 pero la raíz familiar de los Piedrabuena se entrelaza con otras familias históricas del poblado del Carmen; Crespo, Araque, Rial, Richmond…

En este predio, el Puerto de Patagones se yergue heroico, con tráfico intenso y cosmopolita, concurrencia plena en el comercio y los bares, las fondas. Los primitivos habitantes transitan y comercian desde el Rio Negro al Sur por todo el vasto corredor patagónico. Si algo caracteriza a Luis es su buena relación con estos habitantes que conoce desde niño…

Acude durante un tiempo a la escuela del maestro Zambonini, pero su mejor tiempo es el que invierte de la mañana a la noche en “el puerto local”, especialmente desde que arriba hasta que zarpa un buque, lo que motiva la reiterada y desesperada búsqueda de sus progenitores.

El Capitán Lemon, que lo había encontrado lejos de la costa, en una débil balsa construida con ramas de guindo, lo lleva de regreso a Patagones y ello cambiaria para siempre su destino. Tiempo después con permiso de sus padres Lemon lo incorpora como Grumete de su barco navegando hacia Estados Unidos. En Buenos Aires donde se embarca, se encuentra con alguien conocido y amigo de su flia., el capitán y ex-corsario James Harris quien lo ayuda a completar su educación y le brinda conocimientos náuticos.

Tras un tiempo ausente de Patagones, a su regreso sus padres deciden hacerle construir un Cúter (según Canclini) con el que explorará parte del Rio Negro hasta lanzarse en un momento a cruzar la Barra del Rio Negro llegando a Bahía Rosas. Luego construirá uno el mismo en 1873 en la Isla de los Estados , cuya replica se encuentra en el museo de Carmen de Patagones y le pondrá el nombre de Luisito por su hijo amado…

HACIA EL MAR, HACIA LA HISTORIA

En su solar natal el mar lo sigue llamando… conoce al capitán de marina mercante, William H. Smiley, quien llega a El Carmen al mando del ballenero “John Davison”, y el joven y avezado “maragato” parte con él hacia la Antártida…

Conducirá también varias naves de carga en un principio, como la balandra Victoria que transportará leña, la goleta Juanita llevando sandias a Santa Fe, el lanchón Lucia de Entre Ríos también transportando sandias. En 1857 se registra una visita de Piedra Buena a las Islas Malvinas a bordo del Manuelita, llevando un cargamento de sal y caballos. Nombrado ya como el “Capitán Luis” vuelve, pero esta vez a las Islas de los Estados trayendo luego pieles y 100 barriles de aceite. En 1861 irá a las Malvinas, esta vez llevando lastre.

Navegó por las islas comprendidas entre el Cabo Vírgenes y Chiloé, los canales fueguinos saben de sus banderas argentinas confeccionadas con lonas para mayor duración.

En 1854 se embarca en Montevideo rumbo a Estados Unidos, allí Smiley lo lleva a una escuela de marina y visita también establecimientos industriales para interiorizarse sobre los adelantos técnicos. Lo hace portando un cajoncito con sus herramientas. Confecciona su propio cronómetro y un pantógrafo que años después regalará al Capitán Musters.

El Golfo San Matías fue testigo en Punta Ninfas del accionar de Piedra Buena en auxilio del Barco ballenero Dolphin perdido en el golfo logrando rescatar cuarenta y dos tripulantes. El “Manuelita” sorteó varios temporales y nuestro marino salvó la vida de navegantes de “esquipes” también.

En 1859 recorre el Rio Santa Cruz hasta la Isla Pavón, donde enarbola por vez primera la enseña nacional ante un grupo de nativos, doble salva de cañón a bordo y de fusil en tierra marcan el formato de un cuadro patriótico y sorprendente (Arnoldo Canclini y notas de los sacerdotes Entraigas y Baratta).

Piedra Buena se instala en la Isla Pavón (descubierta por el marino Juan Serrano de la Expedición de Magallanes en 1520) y levanta allí los primeros ranchos estableciendo allí su propia vivienda pues el 2 de Agosto de 1869 con 36 años ya, se casa con Julia Dufour, con quien tendrá cinco hijos, según testigos de la época fue la primera mujer de ascendencia europea que habitó la Patagonia.

En ésta isla que recuerda el triunfo del Gral. Mitre en 1861 en dicha Batalla: Pavón; instala una pequeña factoría dedicándose a comerciar con los indios y navegantes a los que auxiliará más de una vez estableciendo con los nativos el clásico “trueque”, pues los cueros de lobos y aceite, las pieles y plumas y la propia carne son productos apetecibles y necesarios, para la supervivencia incluso.

La Ley Nacional Nro. 269, aprobada el 6 de octubre de 1868, “concede a Don Luis Piedra Buena la Isla Pavón, las pequeñas islas adyacentes y las salinas cercanas”. En la margen norte del Rio Santa Cruz se instala Don Gregorio Ibáñez, uno de los pilotos de Piedra Buena, lugar conocido como “Paso Ibáñez”.

El perito Moreno destacará con orgullo que Piedra Buena hizo flamear durante 20 años nuestra bandera en la costa patagónica algo que reitera el Dr., Félix Frías en una interpelación a Bernardo de Irigoyen en el Parlamento Nacional.

Siempre tuvo actos de arrojo heroico en aras de salvar y auxiliar a navegantes y náufragos en las heladas aguas del mar austral, al punto tal que construyó en la Isla de los Estado un refugio para los náufragos. Su tarea en tal sentido hizo volver la mirada sobre la necesidad de protección y rescate de la vida humana en el mar y tuvo su reconocimiento por parte del emperador Guillermo Primero de Alemania, de la Reina Victoria de Inglaterra y de numerosos estados.

Tuvo tal conciencia de la soberanía nacional que en un acantilado del cabo de Hornos, grabó de su puño y letra en un peñón:” Aquí termina el dominio de la República Argentina”. “En las Isla de los Estados (Puerto Cook) se socorre a los náufragos; «Nancy», 1863.Cap. Piedrabuena”

Comandó varias embarcaciones: la Goleta Manuelita; el Bergantín Nancy que luego se llamaría Espora; el Cúter Luisito, llamado así en honor a su pequeño hijo fallecido; la Goleta Santa Cruz; la Goleta Cabo de Hornos.

Según Mitré:” La pasión de su vida fue asegurar para la patria los vastos territorios del sur argentino por mucho tiempo y los defendió solo con un pequeño buque de su propiedad. El 2 de diciembre de 1864 el Gobierno desempeñado por el General Mitre premió sus esfuerzos y le entregó los despachos de Capitán honorario (sin sueldo).

   Casi al final de su epopeya, “El 8 de diciembre de 1882, por los importantes servicios prestados a la Nación, el General Roca le confirió el grado efectivo de Teniente Coronel de la Marina de Guerra, y el Centro Naval le otorgó el diploma de socio honorario, momento en el cual se prestaba a una nueva travesía a la Isla de los Estados a bordo del Cabo de Hornos”. Antes el Presidente Avellaneda premió sus servicios y le extendió los despachos de Sargento Mayor con el grado de Teniente Coronel el 17 de abril de 1878”, (Gaceta Marinera)

Este patriota argentino, marino leal y cabal, hijo dilecto de Patagones, falleció a la temprana edad de 50 años en Buenos Aires, el 10 de agosto de 1883 pero sus restos reposan en un Mausoleo en la Iglesia Parroquial de la ciudad de Carmen de Patagones.

*Diplomada en Preservación del Patrimonio NyC (UBP)