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2022-08-20 11:45:39 By : Ms. Rebecca Lai

Marc Jacobs, Gwyneth Paltrow y will.i.am tienen dos cosas en común.Bueno, tres, si incluimos sus pasaportes.Son americanos, se les considera iconos de estilo y son clientes de una marca española llamada Ecoalf.En cinco años, esta firma de moda especializada en ropa, calzado y complementos elaborados con materiales reciclados se ha situado en lo más alto del sector de la moda sostenible, a la vez que ha conseguido hacerse un hueco en la industria general.Y todo gracias a una botella de plástico, el primer tipo de desecho que el fundador Javier Goyeneche, de 44 años, logró transformar en tela y luego en bolso.Más tarde vendría toda una gama textil hecha a partir de redes de pesca desechadas, neumáticos de vehículos desgastados, algodón postindustrial y posos de café.Los productos de Ecoalf se venden en 11 países y apenas empiezan a distribuirse en España, donde la facturación representa actualmente el nueve por ciento del total.Estados Unidos es el principal mercado de la empresa.En solo un año y medio, Ecoalf ha creado siete alianzas estratégicas allí, incluida una con la actriz Gwyneth Paltrow, quien ayudó a Ecoalf a diseñar una chaqueta de invierno que se agotó dos días después de salir a la venta en su propio sitio web, Goop.Ecoalf también ha desarrollado un tejido sostenible para el diseñador Marc Jacobs, y forma parte de la primera colección de Ekocycle, una nueva marca que utiliza en parte residuos reciclados y que es propiedad del músico y empresario will.i.am y de Coca-Cola.El proyecto se presentará el 5 de febrero en Harrod's, los grandes almacenes londinenses.Pero su primer socio estadounidense fue Apple, cuyo director de distribución se puso en contacto con Ecoalf después de enterarse de ellos en un sitio web japonés coolhunter.“No podíamos creerlo”, recuerda Goyeneche."Ordenó una línea de carcasas para computadoras que ahora se pueden encontrar en 250 tiendas Apple de EE. UU."Esta asociación abrió las puertas del mercado internacional, y lo hizo en el momento adecuado.Era mayo de 2012, y un mes antes la emprendedora madrileña acababa de terminar una recaudación de fondos para dar el empujón que tanto necesitaba Ecoalf.“En 2009 pensamos que encontraríamos tejidos sostenibles en el mercado para empezar a desarrollar nuestro concepto.Pero la mayoría de las telas solo contenían un porcentaje muy pequeño de material reciclado, alrededor del 15 por ciento, y se sentían horribles al tacto.Se nos obligó a hacer los nuestros: usamos tres tipos de PET 100 por ciento reciclado para hacer una colección de bolsos que nunca deja de venderse”, agrega.PET es la abreviatura de tereftalato de polietileno, un compuesto químico utilizado industrialmente para fabricar fibras sintéticas (poliéster) y botellas de plástico (PET).Goyeneche pasó casi tres años después de eso buscando proveedores, productores e inversionistas.También dedicó tiempo a liquidar y vender Fun & Basics, la marca que había fundado a los 24 años y que en ese momento estaba en su segunda reunión de acreedores.“En 2006 empezamos a expandirnos demasiado rápido, abriendo tiendas y pagando miles de euros de alquiler al mes”, recuerda el empresario.“Un fondo de cobertura entró en escena.Entonces llegó la crisis.Los bancos cortan líneas de importación.Las ventas cayeron y nos encontramos con un gran problema de capital de trabajo”.Lección aprendida: Ecoalf tiene una única boutique en Madrid, aunque tiene presencia en más de 330 tiendas que comercializan múltiples marcas.Pero el empresario admite que “adora las complicaciones”.Después de las botellas de PET, Goyeneche firmó acuerdos con dos puertos coreanos para utilizar sus redes de pesca, fabricadas con nailon 6,6, “las mejores del mercado”.Este material les ayudó a desarrollar más textura para sus productos.El fundador de Ecoalf insiste en que el diseño es tan importante como la sostenibilidad.“No importa cuán bonita sea la historia que les cuentes, la gente no comprará ese traje de baño si no les queda bien o no les gusta el color”, señala.“El patrón y la calidad son lo primero.Nuestra filosofía viene después, porque queremos competir en igualdad de condiciones con las marcas, digamos, normales”.Esto implica una importante investigación sobre materiales potenciales.Después de las redes, Ecoalf comenzó a tratar el algodón postindustrial e hizo un trato con las tiendas 7-Eleven de Taiwán para reciclar el café molido.Goyeneche también sigue otra regla: fabrica en el mismo lugar donde reciclas.Ecoalf ahora tiene procesos de fabricación en 14 países, incluidos Portugal, España, India, México y Japón.La última apuesta de la empresa consiste en utilizar residuos de consumo que se encuentran en el mar y que se pueden convertir en tejido: el polipropileno, que se utiliza en envases de frutas pero también en textiles;Botellas de PET y bolsas de plástico de polietileno.Ecoalf ha firmado un convenio con las cofradías de pescadores de la costa mediterránea para recuperar los residuos de esta naturaleza que quedan atrapados en sus redes de pesca.“La nuestra no es una empresa financiera”, dice Goyeneche.“Si analizas esta última aventura desde un punto de vista puramente mercantil, claramente no es rentable.¿Por qué sacar el PET del mar si lo puedes encontrar en tierra?Nadie hace eso.De eso se trata Ecoalf”.Suscríbete y lee sin límites